
Según
Freud, el carácter de los vínculos entre padres e hijos en la primera infancia,
van a determinar su personalidad adulta. El origen de la neurosis, según él,
son las pulsiones reprimidas en la primera etapa de la vida.
Carl Jung,
alumno de Freud, fue aun más allá descubriendo la existencia del Inconsciente Colectivo. Estudiando a
fondo su propio árbol genealógico, descubrió que las memorias emocionales,
físicas e ideológicas de nuestros ancestros, son parte de nuestro bagaje en el
día de hoy, para bien o para mal.
Posteriormente
Ane A. Schützenberger, Levy Moreno, Dumas, Bateson, Satir, Perls, Erickson,
Whitaker, y Hellinger fueron los padres de la moderna psicología sistémica,
aportando valiosas enseñanzas sobre la influencia de la familia en la psique y
en el modo de actuar en el mundo de cada individuo. Destaca la valiosa y
creativa aportación de Alejandro y Cristóbal Jodorowsky con la metagenealogía.
¿Para quién y cuando se utiliza una
terapia genealógica?
La
respuesta va a ser: para todos y cuando la vida parece no fluir.
Estudiar el
árbol genealógico nos ayuda a
entender el origen y la naturaleza de las fuerzas creadoras en nuestra familia.
Nos desvela las dinámicas que conllevan identificaciones e implicaciones de una
generación a la siguiente y que dificultan nuestra vida.
Desde muy
pequeños aprendemos la historia de nuestro país y de nuestra cultura; sin
embargo resulta muy curioso que la mayoría no preste mucha atención a su
historia familiar. La historia familiar es, para hacer una metáfora, las capas
te tierra alrededor y por encima de nuestro gran tesoro: quien somos y para que
estamos aquí.
Siempre me
he sentido atraída por los relatos de las grandes excavaciones a la búsqueda de
las antiguas civilizaciones: los Egipcios, los Mayas y los Incas, el valle del
Hindu y la antigua Babilonía. De
pequeña soñaba con ser como Indiana Jones.
Adentrarse
en un árbol genealógico es como descubrir una entera civilización, con sus
leyes, costumbres, dramas, guerras y apogeos. Pero lo que mas me apasiona y me
motiva de la ARQUEOLOGÍA INTERIOR (o Psicogenealogía) es que la Gran Busqueda
será siempre el diamante en el centro del Ser.
Om Mani
Padme Hum rezan los
Tibetanos, brilla el diamante en el centro del loto.
La flor de
loto es un símbolo de pureza y ascensión ya que sus raíces nacen en el lodo de
los estanques, pero la flor es tan impermeable que nada se puede quedar en su
superficie. Así somos todos: lotos luminosos.