En un nivel arcaico,
irracional, el ser humano responde al deseo de conservarse, de vivir a consta
de todo, no solamente en un sentido practico sino también simbólico.
En el cerebro arcaico no hay
diferencia entre una realidad objetiva e una imaginaria, entonces inclusive una
idea y su sobre vivencia pueden ser fundamentales para la conservación del ser.
Mantener en vida recuerdos, fantasmas, estructuras de comportamiento, muertos e
ideologías que procedan del linaje genealógico al que se pertenece es tan
importante para nuestro cerebro como tener comida, protección, territorio y
progenie.
La Psicogenealogia de
Jodorowsky llama Cuerpos Inhibidores a los sistemas de representación interior, que luego se materializan en
nuestro cuerpo y modus vivendi,
impidiendo el contacto con el Ser Esencial de cada uno y la plena realización
intelectual, emocional, sexual, corporal y espiritual.
Estudiando la historia del
propio árbol genealógico se descubre de donde nacen esto cuerpos metafóricos
para trazar los acuerdos fundamentales de fidelidad que cada uno hace de forma
más o menos inconsciente con el propio clan de pertenencia.
El impulso a la sobre
vivencia es primario y la fidelidad al clan de pertenencia es, en el cerebro
animal, la llave para su conservación. Traicionar la estructura, cambiar de
pautas y comportamientos representa en el cerebro animal, el riesgo a ser
excluido por el clan, el riesgo de morir por falta de alimento o protección.
Cada ves que nuestra vida se
encuentra inmovilizada, que nuestras energías se retiran, se desvaloran, cuando
pasamos la vida luchando en contra de algo, cuando repetimos la vida de otro,
es muy probable que estemos actuando dirigidos por el miedo a desobedecer a
alguna ley del árbol, al ser colectivo al que pertenecemos. Estamos entonces
operando desde el punto de vista de algún cuerpo inhibidor es decir no somos
libres de ser nosotros mismos.
Los Espíritus son cuerpos inhibidores intelectuales, ideas que
absorbimos en la familia (el amor no existe, el dinero es sucio, el sexo es el
demonio, las mujeres son idiotas etc.) y que ahora limitan el contacto con
nuestro genio.
Los Fantasmas representan inhibiciones emocionales que invaden el
Ser esencial y crean una pauta de comportamiento repetitivo, una parálisis
existencial que va en contra de las leyes universales. El comportamiento
repetitivo puede ser literal ( tener el mismo nombre de un abuelo) o subliminal
(nacer en la misma fecha de un difunto) o simplemente puede ser la repetición
de estructuras de comportamiento del árbol, que hacen que no florezca la gracia
en el corazón.
Los Demonios son inhibiciones sexuales y creativas, se expresan a
través de pulsiones o retenciones o impiden la expresión creativa natural del
ser y el contacto con su fuerza innata.
Las Entidades son restricciones espaciales que acaban
metaforizándose en el cuerpo ( delgadez, obesidad, huecos en el cuerpo,
jorobas, mascaras). Cuando no hay suficiente espacio en familias con muchos
hijos, cuando uno nace no deseado, del sexo opuesto al esperado, es posible que
el cerebro animal encuentre estrategias de sobre vivencia que utilicen una
entidad para integrarse en el clan, cuerpos que no se podrán desarrollar como
campeones sin remover las causas de su bloqueo.
El cerebro arcaico es
mágico, es capaz de crear a partir de una metáfora una realidad, habilidad que
en el Psico-chamanismo se utiliza para reorientar los programas neuronales de
protección del cerebro. Así entonces se pueden hacer operaciones sobre los
cuerpos metafóricos, extirpar culpas, romper maldiciones y profecías nefastas,
desbloquear fijaciones emocionales que hechizan a las personas, percatarse de
embrujos y desintoxicarse de la adicción a ciertas estructuras de
comportamiento. El cerebro mágico no distingue entre la realidad y la metáfora,
cuando se concentra la atención de una persona en un espacio sagrado,
protegido, se abren las puertas a la imaginación curativa, donde el Ser
esencial puede finalmente manifestarse y re-alinearse con las energías de la persona.
La Psico-magia y el
Psico-chamanismo son lenguajes que se integran al nivel simbólico que
corresponde al árbol genealógico, para ayudar la mutación de abertura y
evolución, contra la tendencia caníbal de conservación.
Naska